Accidentes de tránsito. Cinta asfáltica angosta y en mal estado. Falta de semáforos. Aguas servidas sobre la ruta. Mal estado del arbolado urbano que perjudica la visión en algunos sectores. Ausencia de sendas peatonales. Congestionamiento causado por más de 10.000 vehículos que circulan por día. Paradas de colectivos que no están delimitadas. Falta de carteles, de señales de tránsito y microbasurales a los costados del camino.
Todo eso caracteriza a los ocho kilómetros de la ruta provincial 315 -más conocido como Camino del Perú- que conectan Yerba Buena con Tafí Viejo, pasando por Cebil Redondo, una de las comunas más habitadas de la provincia.
Y pese a que hace dos años se anunció un proyecto que cambiaría esa realidad por completo, construyendo una autovía que mejoraría la conectividad y la seguridad vial, circular por allí seguirá siendo un peligro: las obras nunca se iniciaron y tampoco lo harán en el futuro inmediato.
La idea principal del proyecto anunciado en julio de 2016 por el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, y por su par de Tafí Viejo, Javier Noguera, era ampliar el ancho de la calzada desde los 7 metros actuales hasta los 14, para que el camino tenga dos sentidos de circulación al norte y dos al sur.
En ese momento, los jefes municipales dijeron que era una iniciativa ambiciosa y trascendental, que la obra tendría un plazo de duración de dos años, y que al financiamiento ($ 410 millones) lo iban a buscar en Buenos Aires, a través del Gobierno nacional.
José Zamora, de 36 años, conoce el camino de memoria. Trabaja para una empresa que produce cítricos y circula por la 315 dos veces por día trasladando limones. Se acuerda perfectamente del anuncio que lo ilusionó, ya que -según dice- la autovía iba a reducir el peligro de manejar por ahí.
“Todo es muy peligroso. Uno ya anda con miedo y tiene que andar con mucho cuidado. Siempre hay algún vehículo que viene de frente que te quiere pasar y se arriesga mucho”, describió a “Panorama Tucumano”, el programa de TV de LA GACETA, mientras señalaba las irregularidades del trayecto al manejar su camión.
Contrapunto
Campero y Noguera ratificaron la importancia de construir la autovía. Sin embargo, en diálogo con este diario, brindaron distintas explicaciones sobre por qué no hubo avances concretos.
“Desde la Nación me han dicho que la obra no podía andar porque hay muchas casas que habría que retranquear (redeterminar el espacio de ciertas construcciones), que habría algunos puntos estratégicos que iban a ser más difíciles que otros, como la Iglesia (de San José) o la Sociedad Rural. Ayer justo hablé del tema con la Asociación y me plantearon que sí era factible retranquear. Vamos a ver cómo corregimos y cómo volvemos a insistir. Esto es así, de eso se trata la gestión”, explicó el intendente de la “Ciudad Jardín”, negando que la demora se deba a la falta de fondos, en un contexto de ajuste y paralización de obras públicas.
“No hemos logrado hasta acá que el Gobierno nacional nos financie el proyecto, y lamentablemente, de acuerdo a la perspectiva política y económica del país, va a ser complicado que esto ocurra”, sostuvo, por otro lado, el líder del Ejecutivo de la “Ciudad del Limón”.
Paliativo
Una posible alternativa para descongestionar la ruta 315 es ensanchar y mejorar las condiciones de la avenida Fanzolato. Este es un camino que corre paralelo al Camino del Perú, y que “perfectamente puede conectar con la ruta 315 en la zona de Villa Carmela, generando una nueva vía”, señaló Campero.